La comedia es un género dramático que destaca por presentar a sus protagonistas enfrentándose a las vicisitudes de la vida cotidiana, impulsados por sus propias debilidades hacia desenlaces felices donde se satiriza la condición humana. Sus raíces se remontan al mundo griego, pero ha evolucionado a lo largo de la Edad Media y Moderna hasta llegar a nuestros días.
Al igual que en otros géneros dramáticos, la comedia se define por la acción del personaje protagonista, lo que explica por qué a veces encontramos tonos trágicos en dramas cómicos, aunque estos suelan ser personajes secundarios.
Entre sus características más destacadas, el protagonista suele ser un individuo común que encarna un arquetipo, como el mentiroso, charlatán, fanfarrón, pícaro, enamorado, inocente o inconsciente.
A diferencia de la tragedia, donde el protagonista tiene un profundo sentido ético, en la comedia el protagonista suele carecer de esta cualidad, lo que le confiere una vitalidad peculiar aunque a menudo se convierta en un obstáculo para él.
El humor negro, por otro lado, es una variante de la comedia que se centra en situaciones generalmente serias tratadas con un tono satírico. Aborda temas como la muerte, enfermedades, terrorismo, drogadicción, violación, política, entre otros, ofreciendo una crítica mordaz a los valores tradicionales. Se caracteriza por su forma corrosiva y políticamente incorrecta, pero al mismo tiempo es pulcro y limpio. A menudo recurre a la paradoja para subvertir la realidad, siendo inquietante y fundamentalmente subversivo.
Publicar un comentario